El inicio de nuestra historia data de nuestro nacimiento, de los brazos que nos arrullaron, y la familia que nos educó.
Nos enseñaron lo bueno, lo malo y quizá lo que a mi más se me ha complicado siempre: lo esperado.
Y es que esperar no es malo el tema es que si nos dedicamos a tener una idea de como esperamos que sucedan las cosas de la vida lo más probable es que terminemos por frustrarnos ante el desencanto de que la Torre Eiffel no es tan alta, el Big Ben no es tan “Big” y la comida sana no es precisamente la que por comerla nos deja siendo gente sana.
¡Qué contrariedad! hacemos lo que nos dicen y de pronto no conseguimos lo que esperábamos. Comes “balanceado”, haces 2hs de ejercicio y ahí va tu colesterol alto en el check up del año.
¿Y ahora que hacer? Si intentas curarte o vivir con los tips de las revistas, la dieta de tu mejor amig@ o la rutina de ejercicio que te copiaste de por ahí, siento decirte que no vas a tener los resultados esperados. Cada cuerpo necesita algo de acuerdo a lo que ese cuerpo hace y vive, no por que todos en tu familia hayan sido siempre delgados o diabéticos implica que tu lo vayas a ser, somos únicos.
El punto es que en adelante ya no debes hacer lo que te dijeron que es bueno si no lo que es bueno para ti.
Es el momento de hacer nuevas historias:
- Toma la información conocida, tus valores, tus principios y las lecciones aprendidas.
- De eso que tienes qué crees, qué quieres? Quédate solo con lo que necesitas.
- Asesórate por un profesional! no tienes la obligación de saber todo pero si tienes la obligación de proveerte con lo mejor que tengas a la mano en cada momento de tu vida.
Recuerda lo que te dieron no es el 100% solo te entregaron el prólogo, haz tu historia. Puedes tener la vida sana y el cuerpo sano que no has logrado si haces lo que tú necesitas.